19 de septiembre de 2016

7 tips que te convertirán en un lector más hábil

Vivimos inmersos en una vorágine de lecturas que, en ocasiones, no sabemos cómo gestionar. Ya no sólo leemos libros y artículos, las redes sociales llegaron para quedarse y cada día nos tenemos que enfrentar a decenas de publicaciones en Twitter, Facebook, Google +, LinkedIn… que hacen que estemos informados a tiempo real de todo lo que está pasando en el mundo. Sin embargo, a pesar de que el volumen de cosas que queremos leer ha aumentado considerablemente, no lo ha hecho el número de horas de nuestros días. Convertirnos en lectores más ágiles es casi una obligación, sobre todo si somos de los que día tras día ocupamos las horas leyendo publicaciones de considerable extensión. Si en más de una ocasión te has sentido frustrado por no ser un lector más hábil, aquí tienes 7 consejos que te ayudarán a mejorar: 

1. ELIGE ADECUADAMENTE LA LUZ, EL LUGAR Y TU POSICIÓN. Esta es una recomendación que no todos podemos aplicar a nuestro día a día. Ojalá estar siempre cerca de un buen sillón donde acomodarnos y una espléndida lámpara que ilumine adecuadamente las letras. Por desgracia, nuestro ritmo de vida hace que acabemos leyendo en cualquier lado y de cualquier postura. Aun así, ten en cuenta este tip siempre que puedas. Cuando tu cuerpo está cómodo y, sobre todo, cuando no tienes que forzar demasiado tu vista debido a una pobre iluminación, la lectura se convierte en una actividad mucho más sencilla para nuestro cerebro. Elige siempre una luz directa y una posición adecuada en una silla, con los pies tocando firmemente el suelo. 

2. SÉ CONSCIENTE DE PARA QUÉ ESTÁS LEYENDO EL TEXTO. Aunque pueda parecer un consejo insustancial, no lo es. Los resúmenes situados al comienzo de los artículos y en la contraportada de un libro, así como las breves biografías de los autores, que también se incluyen en algunas obras, tienen una clara finalidad: preparar al lector. Después, hazte preguntas que traten de resolver el para qué estás leyendo el texto. Si te saltas este paso y comienzas a leer sin saber nada sobre el tema al que te vas a enfrentar y sin tener clara la finalidad para la que estás leyendo, lo más probable es que te cueste entender el texto. Harás más paradas para razonar mejor cada una de las frases y darles el sentido adecuado y esto impedirá que tu lectura sea todo lo rápida que te gustaría. Teniendo claras estas premisas, notarás cómo tu capacidad de comprensión aumenta significativamente. 

3. HAZ UN CALENTAMIMENTO PREVIO. El calentamiento previo no es algo que debamos hacer exclusivamente antes salir a correr, montar en bicicleta o nadar. Al enfrentarnos a un texto largo, nuestros ojos trabajan en exceso. Por ello, es conveniente hacer ejercicios que los preparen para la actividad que van a realizar. Así evitarás que se cansen rápido y empieces a notar molestias al cabo de unas horas. Aquí tienes uno de los muchos ejemplos de ejercicios para los músculos oculares que puedes realizar antes de la lectura.

4. EVITA LOS MOVIMIENTOS DE CABEZA, LENGUA Y LABIOS. Si cuando estás leyendo, involuntariamente también estás moviendo la cabeza siguiendo el renglón, o la lengua y los labios reproduciendo palabras sin sonido, estás cometiendo un grave error que entorpece considerablemente la rapidez con la que te enfrentas a un texto. Piensa que si tu cerebro tiene que encargarse no sólo de la lectura sino también del movimiento de cabeza, lengua y labios, estará menos concentrado en lo que estás leyendo. Si no eres consciente de que realizas estos movimientos, coloca un lapicero en la boca y fíjate en si este se mueve o no, intentando corregir la mala práctica. Minimizando al máximo acciones secundarias como estas, ayudarás a que tus lecturas sean más ágiles. 

5. EVITA LA VOCALIZACIÓN DE TU VOZ INTERIOR. Recitar lo que estás leyendo con tu voz interior sólo consigue reducir tu velocidad de lectura. La velocidad con la que hablamos es menor que con la que pensamos. Evita convertir la lectura en un texto hablado, y deja que tu cerebro procese la información de manera más visual, así ganarás fluidez. 

6. USA UN MARCADOR. Cuando un niño empieza a leer siempre se le recomienda que siga la lectura con el dedo o con un lapicero. A medida que crecemos, el seguir usándolo se ha considerado como un signo de inmadurez lectora. Sin embargo, usar una guía ayuda a nuestros ojos a fijar la atención en el texto según lo vamos leyendo, permitiendo que el cerebro trabaje de manera más fluida. No sólo eso, nos puede ayudar a leer más rápido o más lento según la velocidad con la que lo movamos. La próxima vez que te enfrentes a un texto largo, no lo dudes y coge un bolígrafo que puedas usar como marcador. Notarás la diferencia. 

7.  UTILIZA LA TÉCNICA DEL POMODORO. La técnica del Pomodoro se basa en trabajar sin distracciones durante 25 minutos. Una vez que se ha completado este tiempo, se dejan 5 minutos libres para dedicarlos a cualquier otra actividad que no tenga nada que ver con el trabajo que estábamos haciendo: leer correos, hablar con amigos, preparar un té, revisar nuestras redes sociales…. Después, se vuelve a trabajar sin interrupciones durante otro periodo de 25 minutos. El objetivo es mejorar nuestro rendimiento basándonos en aquellos estudios que defienden que cada cierto tiempo hay que dejar que el cerebro desconecte de la actividad que está haciendo, se refresque con otras, y vuelva al trabajo inicial más descansado. En el mercado existen innumerables App´s que se basan en la administración del tiempo según este método. No hay excusa para no empezar a hacerlo, aunque te he de advertir que no todo el mundo se adapta a trabajar según estas divisiones temporales. Prueba, calcula donde están tus límites y ajusta los minutos de trabajo y descanso si es necesario. Con el tiempo verás los resultados. 

Estos 7 prácticos consejos te ayudarán a convertirte en un lector más hábil. Si dedicas tiempo a ser consciente de cómo lees y cómo divides el tiempo en el que realizas esta actividad e intentas mejorarlo, al cabo de unas semanas comenzarás a ver cómo la agilidad con la que te enfrentas a un texto mejora de manera significativa. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario